lunes, 28 de octubre de 2019

La mujer incompleta. Niebla

Niebla: 
1. f. Nube muy bajaque dificulta la visión según la concentración de las gotas que  la forman
U. t. en sent. fig. ¿Qué fatídica niebla vela su memoria?

Ya no soy un organismo único y unitario. El tiempo ha empezado a hacer su trabajo conmigo.
El tiempo es inclemente. Es la única verdad que tenemos. El único camino que no podemos dejar de recorrer.
A veces pienso que el tiempo nos recorre a nostros en realidad. O nos atraviesa.
El tiempo como una flecha, como una lanza, o como una bala de cañón. El tiempo que a cada paso que avanza se hace más mortífero, más preciso, más despiadado.
El tiempo como agujero que se nos abre desde el centro del pecho y nos crea márgenes desde las que asomarnos a una vacío inmenso.
El tiempo y tú.
Tú como antídoto al veneno que me apaga los ojos.
Tú como placebo que calma mi angustia.
Tú como resta.
El calendario como multiplicación.
Mis días cuelgan como hilos de pescar de los que penden esperanzas secándose al sol. Mis esperanzas resecas, mis labios que piden sal.
La sal que se cristalizaba en verano en esa zona secreta de tu cuello que queda detrás del lóbulo de tu oreja. Mi lengua que querría cortarse con esos cristales.
Tu cuerpo como un conjunto de mil gotas.
Tu cuerpo como una niebla que no puedo apresar aunque lo desee, aunque lo quiera.
Tu cuerpo que también me atraviesa como el tiempo. Y me entra por los poros como una especie de veneno gaseoso que me llega al torrente sangíneo y directamente alcanza mi corazón. Un corazón envenenado por tu cuerpo en estado gaseoso.
Y es entonces cuando los dos sois lo mismo. Tú y el tiempo. Tú y mis bordes. Tú y mi nada. Y me quedo sin límites y me convierto en una especie de universo o galaxia que te arrastra y te lleva a otro lugar que tampoco vas a poder habitar porque no existe.
Mi vida de este lado se ha quedado en un herida de bordes sanguinolentos. Mi vida de este lado es carne reventada y me escuecen las lindes que están en contacto con la niebla.
Parece imposible que mi vida de este lado pueda aprehender lo inconsistente. Lo que no existe como miembro amputado. Tú como brazo que falta, como pie, como pierna, como dedo en mi boca. Tú como parte de mí que nunca fue y aún así duele. ¿Cómo puede ser que me duelas cuando faltas si nunca te he tenido?

Veo el futuro. Tengo la capacidad de adivinar dónde estaremos dentro de un tiempo. Pero soy muy mala pitonisa. Veo el futuro, pero no sé exactamente cuándo va a suceder lo que sé que va a suceder.
Puedo ver imágenes. Puedo ver cómo intentarás disimular lo que realmente sientes o quieres.
¿Qué sientes o quieres?
No sueles decírmelo. No te sientes libre.
Me da pena saber que tenemos un final marcado. Todas la relaciones tienen un final. Lo sé. Algunas simplemente alargan la agonía hasta el extremo. Relación cerrada por defunción.
Sin embargo, a nosotros eso no va a pasarnos.
Quizá sea una buena noticia y así nos evitemos ser testigos de las excrecencias que deformarán la trémula superficie de nuestros cuerpos.




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