lunes, 16 de febrero de 2015

Uno de esos días

Hoy ha sido uno de esos días. Un lunes despejado y soleado que me ha permitido contemplar cada arista de la pared escarpada del resto de días por subir. Ha sido también un día de cepillos de dientes olvidados en la encimera del lavabo, de bragas sucias arrugadas en un rincón y de cosas por hacer. Un día de voluntades domesticadas de vuelta al camino después de la suave rebelión dominical, un día de cuerpos repuestos tras la comida, las copas, la siesta y el sexo. De nuevo el primer lunes del resto de nuestra vida de espirales de tinta tatuadas en la piel.

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